martes, 20 de septiembre de 2011

Anabel Botella en La ventana de los libros


Si hay algo que debo destacar de esta preciosa historia son las emociones que se destila en cada página. El título lo dice todo. Amor―odio, dos sentimientos tan opuestos, pero a la vez tan parecidos. Ángeles logra que su personaje masculino pase del uno al otro sin caer en el maniqueísmo. No es fácil crear un personaje tan complejo como Mikel y, que en general, las lectoras nos enamoremos de él.

Mikel es un hombre que lo ha perdido todo. Tras aquella maldita noche, tras haber perdido a su hermano pequeño y tras haber sido traicionado por la mujer que amaba ya no es el mismo. Ha estado cuatro años en la cárcel por un tema de drogas. Ahora sólo le mueve la venganza hacia la persona que se lo arrebató todo. Había luchado tanto para alcanzar su sueño que la vida se mostró cruel cuando estaba a punto de rozar con sus dedos el cielo.

Ane es la mujer que se lo ha arrebatado todo. Hace cuatro años trabajaba en la policía, pero tras lo ocurrido con Mikel decidió dar un giro a su vida y dedicarse al diseño de interiores. Tanto ella como Mikel no han podido olvidar los meses que pasaron juntos, el rincón donde se encontraron por primera vez, las sensaciones que vivió entre las sábanas de su cama.

No, no es fácil olvidar, y muchos menos recomponer una vida en la que el destino se encargó de dejar retales desperdigados. Por eso Ane es capaz de perdonar una y otra vez a Mikel, ese rencor que le persigue desde que lo perdió todo. Pero con lo que no cuenta Mikel es que del odio al amor hay un paso… sólo ha de reconocerlo.

Antes y después de odiarte es una novela emotiva, una historia dura y tierna a la vez. Mikel es un personaje muy real, de carne y hueso, un hombre con sus imperfecciones, y al final es fiel a sí mismo. No puede, por más que lo intente, cerrar esa puerta al pasado.

Tanto el amor como el odio se palpan en toda su dimensión en esta historia. Duele amar, duele odiar, duele reconocer que estos dos sentimientos son el mismo para Mikel. Y por esto mismo, y por muchas más cosas, esta es una novela que hay que leerla con calma, saboreando cada palabra que su autora ha escrito con mimo.

En esta historia, la autora también se vale de unos personajes secundarios muy bien construidos. Carlos, el inspector de policía, es el que finalmente me sorprendió. Porque para él, al igual que Mikel, tampoco es fácil perdonar.

En fin, Antes y después de odiarte tiene un prólogo potente, tanto como la historia que nos regala Ángeles. Y si en la primera novela logró enamorarme con Jon, en esta segunda Mikel ha logrado conmoverme. He llorado, he reído y me emocionado. La novela lo vale.