domingo, 6 de noviembre de 2011

Lo que quieras hoy

Lo que quieras hoy


Atención...Contiene SPOILERS

Imaginaos un amor intenso, un hombre que ama a su mujer con locura, que solo desea que ella sea feliz y que se mata por conseguirlo, un hombre que solo vive para la persona amada. ¿Qué pasaría si de repente se diera cuenta de que esa mujer lo ha traicionado y de que todo ha sido una mentira? Esta es la historia de Mikel.

Cuatro años atrás Mikel, un hombre con una infancia difícil y una vida plagada de obstáculos y carencias, conoció a Ane quien pasó a ser el centro de su mundo. El joven diseñador gráfico se enamoró de ella a primera vista y no dudo en insistir hasta por fin Ane accedió a estar con él. Pero después de un tiempo de inmensa felicidad, el mundo se vuelve a desmoronar a sus pies, Ane es en realidad una agente de policía que ha provocado su ruina.

Por culpa de la traición de Ane, Mikel pasará cuatro años en prisión, cuatro años de puro tormento y dolor desgarrador que le ayudarán a construir un plan que no es otro más que vengarse de Ane.

Obtiene la libertad condicional y un amigo le abre las puertas de su casa, después de que su paso por la cárcel le haya hecho perder todas las amistades, sólo una única persona ha permanecido ahí,  a cada paso del camino, solo Bego, su mejor amiga, ha estado durante todos estos años dedicada a él en cuerpo y alma. Además de ser su mejor amiga, Bego es también la eterna enamorada, siempre a la sombra, esperando que él correspondiera ese amor. Pero a pesar de que ese momento no llega nunca cuando Mikel sale de la cárcel y ella le ofrece tan desinteresadamente su amor él lo acepta pues necesita saberse amado, necesitado, valorado e importante.

Pero ese deshago temporal, esa calidez momentánea que Bego le brinda no es suficiente para calmar los deseos de venganza de Mikel y su plan contra Ane sigue adelante.

Ane renunció a su puesto en la policía cuatro años atrás y ahora posee un negocio como decoradora. Ane es una mujer que vive embutida en la rutina, presa del dolor y del cargo de conciencia. Perdió al hombre que amaba, Mikel, y no ha sido capaz de recuperarse del golpe.

Antes y después de odiarte es una historia que sorprende, bastante alejada de lo que últimamente leemos en la romántica adulta. La situación que presenta es bastante compleja, Mikel es un hombre atormentado, lleno de odio hacia la mujer que mas ha amado en su vida, la que durante mucho tiempo fue todo para él. Alimenta su odio hacia ella con la muerte de su hermano, Manu, que murió aquel fatídico día en el que su mundo se derrumbó.

Después de cuatro años en prisión Mikel tiene que aprender a vivir de nuevo, el mundo ha seguido sin él y debe organizarse para poder volver a crearse una vida. No es el mismo hombre de años atrás, aquella felicidad, amabilidad e ilusión se han perdido por el camino, ahora es un hombre desecho, roto y atormentado, que sigue viviendo por ella, por el odio que le tiene, de la misma manera que años atrás vivía por el inmenso amor que le profesaba.

Mikel es un personaje que cautiva, sujeto a contantes contradicciones, lleno de remordimientos, un hombre muy intenso con los sentimientos. Mantiene una constante guerra consigo mismo a lo largo de toda la historia, sufre demasiado, tanto que nunca parece llegar para él la calma. Es descorazonador ver como solo vive para la venganza, como ha perdido las ganas de vivir, por hacer cualquier cosa que sea buena para él.

Con todos estos ingredientes queda claro que la relación entre ellos va a ser dolorosa e intensa a partes iguales. ¿Cómo pudo un amor tan grande como el que ellos se tenían haber desaparecido? Mikel ha revestido su corazón con una áspera coraza con la que Ane chocará una y otra vez, dañándose ambos en cada intento, añadiendo una herida más a sus marchitos corazones.

Además de Bego, como secundarios están Rodrigo, el amigo que cobija a Mikel después de salir de prisión y que hace verdadero honor a la palabra “amigo” y Carlos, comisario de policía, ex­-jefe  y enamorado de Ane. Merece una mención especial este último que lleva muchos años enamorado de Ane y sigue a pie del cañón, siendo su amigo y queriendo ser algo más, alegrándola los días, llevándola flores, invitándola al cine… Carlos hará todo lo posible para que Ane no vuelva con Mikel y a éste se lo hará pasar mal en alguna que otra ocasión.

Ane peca de egoísmo con Carlos pues en algún momento de la historia dice que el hecho de que Carlos siempre haya estado enamorado de ella no le ha supuesto ningún problema, ¿y a él?, ¿qué pasa con todo lo que ha sufrido por sus rechazos que aunque cariñosos siguen siendo rechazos?

He sentido algo de pena por Bego, una mujer ciega que se conforma con recibir el cariño de su mejor amigo y que tiene la falsa esperanza de que él un día la va a amar. No se da por vencida y aunque eso es algo digno de elogiar, a veces es mejor saber cuando retirarse a tiempo.

La historia tiene un ritmo lento al que hay que saber adaptarse y que hay que aprender a paladear.

En ocasiones me he cansado un poco de las contradicciones de Mikel pero hay que entenderle, Ane está siempre en su mente pero lo está de una forma casi enferma que no hace más que destrozarle.

Me ha resultado algo “duro” (no encuentro un adjetivo que defina bien el sentimiento) leer la relación entre Bego y Mikel pues desde el inicio intuyes y que ambos se están equivocando, pero teniendo en cuenta que Mikel ha pasado cuatro años en la cárcel, que es un hombre al que le han desgarrado el corazón y que tiene demasiadas carencias y cuentas pendientes, entiendes que  se consuele con Bego.

Antes y después de odiarte es una historia preciosa y dolorosa que nos habla de un amor herido de muerte que debe resurgir de sus cenizas, de la necesidad de perdonar para seguir hacia delante y de lo difícil que es volver a empezar. Toda una delicia.


Ahora vivo en un cuerpo sin alma.
Ahora vivo tan sólo porque respirar no requiere de mi esfuerzo. 
Ahora vivo porque el dolor me destroza cada día pero nunca termina de matarme.
Ahora vivo únicamente para volver a verla. Para arrancarle del pecho su corazón despiadado y negro. Para precipitarla a la misma agonía que ella fraguó para mí. Y es que, aún a mi pesar, ella continúa siendo la única razón de mi existencia.